24 mayo 2006

la leyenda de dubois

[Manuel Torres A.] Archivos del crimen. Dubois se hizo leyenda al dar la orden en su propio fusilamiento. Justicia condenó al banquillo hace un siglo al sanguinario francés que ultimó a cuatro personas. Mantuvo su actitud desafiante hasta el último aliento, lo que dejó a sociedad de la época con eterna duda de haber ejecutado a un inocente. Ablandó corazones al casarse un día antes de ser ejecutado
El controvertido francés Emile Dubois es un personaje de culto. Se han escrito sobre él libros y canciones. Un aura e interés especiales rodean su figura.
El 26 de marzo de 2007 se cumplirán cien años de su fusilamiento por cuatro crímenes y un asalto que nunca confesó, pese a las pruebas que lo inculpaban.
Desde el momento en que fue detenido, durante la defensa judicial que asumió personalmente y hasta segundos antes de que el pelotón le disparara, se las arregló para asegurar su inocencia y convertirse en leyenda.
Tan hondo caló su mensaje en el corazón del pueblo que lo convirtió en una venerada animita.

Capital
La saga criminal se inició el 7 de enero de 1905 y afectó al corredor de comercio Ernesto Lafontaine. Cerca de las 21 horas Dubois llegó silencioso hasta la oficina que el anciano tenía en Huérfnos 865, en pleno corazón de Santiago.
Tras cruzar la mampara se le abalanzó sobre el escritorio y con un certero lacazo en la cabeza lo tumbó mortalmente. Su botín fue un reloj de oro y mucho dinero que extrajo de la caja fuerte.

Feroz
El segundo asesinato se produjo en el Puerto en la noche del 4 de septiembre de ese mismo año.
La víctima fue Reinaldo Tillmans, un próspero importador que tenía un almacén en Blanco 454.
Esta vez Dubois mató por la espalda, con un puñal.
Pero su crimen fue en vano: Al revisar la caja fuerte, no halló plata. Más encima casi lo descubren la esposa e hija del empresario que ingresaban al local.
El tercer homicidio ocurrió el 14 de octubre del mismo año en el puerto y afectó al contador Gustavo Titius.
Emile ingresó por sorpresa hasta la oficina de Cochrane 84 y con sucesivos dagazos acabó con la víctima. Pero nuevamente su orgía de sangre fue huera: Sólo se llevó dos anillos de oro y un reloj.
También le fue mal en su cuarto crimen, esta vez en contra de su compatriota, el comerciante Isidoro Challe. Con su daga lo ultimó en la medianoche del 15 de abril de 1906, en la puerta de su casa del pasaje Ludfor, en calle Tubildad 35, Valparaíso. Debió huir rápidamente, ya que un policía a caballo se acercaba.

De Película
El 2 de junio de 1906 fue su perdición. El dentista Charles Davies repelió el asalto a su domicilio ubicado frente a la plaza Aníbal Pinto y, herido, alertó del hecho a los transeúntes.
Durante el frenético escape, Dubois corrió varias cuadras, pero no pudo eludir el cerco de peatones y policías.
En el allanamiento a su casa se encontraron laques de goma, dagas, puñales y llaves ganzúas. También una libreta con nombres de sus víctimas y otras personas.
En la antigua cárcel porteña fue recluido a la espera del juicio que lo condenaría al cadalso. Tenía 40 años.

Gracias Por los Favores Concedidos
Tras el fusilamiento, la señora Úrsula Morales y el hijo de Dubois trasladaron el cuerpo hasta el Cementerio Nº 3 de Playa Ancha. Por los derechos de un año pagó seis pesos. Fue sepultado con el nombre de Luis Emilio Brihier Lacroix, pero un panteonero pintó sobre la lápida "alias Dubois".
"El pueblo siempre estuvo con él. Gravitaba el desprecio que hizo de su abogado, la toma de su defensa, su matrimonio a horas de morir, la valentía que demostró camino hacia el banquillo, su hombría frente al receptor, el dirigir la palabra a los asistentes para decir por última vez que le dispararan al corazón y dar la orden de la ejecución", señaló el investigador Oreste Plath.

Sólido
Debido a una primera remodelación, las osamentas fueron tiradas a una fosa común. Sin embargo, eso no detuvo el fervor. Lo mismo pasó en 1986, cuando por tercera vez se movió la animita hasta su actual ubicación.
Quienes creen en él tienen el sector tapizado de flores, velas y plaquitas de agradecimiento por los favores concedidos, especialmente a aquellos que fueron víctimas de una injusticia.
"Sólo les pido que apunten bien al corazón", exigió a rostro descubierto
En la madrugada del fusilamiento, el 26 de marzo de 1907, Dubois recibió en la cárcel a su señora Úrsula Morales y a su pequeño hijo para el último adiós. Sólo el día anterior se habían casado, tras 14 años de convivencia.
Aparecieron dos religiosos por su celda, pero los despachó. "Con Dios me confesaré, no con sus representantes", les dijo.
Minutos más tarde salió tranquilo de su lugar de reclusión y engrillado. Fumaba un puro.
Como si se tratara de un trámite, se sentó en el banquillo. Se le acercó el receptor para leerle la sentencia, pero le pidió que "abrevie... pase a la conclusión".
Enseguida lo amarraron, pese a su protesta. El público que repletaba la cárcel esa fría mañana se inquietó. De repente Dubois habló: "Público, tengo que hablaros algo. Deciros que muero inocente y que el primer culpable de mi muerte es el juez señor Santa Cruz, que tergiversó mis declaraciones, cambiando los hechos y suponiendo cosas que nunca he hecho".
Y agregó ordenando a los cuatro fusileros: "Ejecutad". Quisieron vendarle la vista, pero se negó. Con sosegado tono solicitó al pelotón: "Sólo les pido que apunten bien al corazón". El oficial bajó el sable y la simultánea tronadura lo derribó del asiento.

Patiperro
Emile nació en Etaples, Francia, donde se llamaba Luis Amadeo Brihier Lacroix.
A los 16 años emigró hacia Latinoamérica y recorrió varios países, entre ellos, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Colombia, donde conoció a su mujer. Se ganó la vida en diferentes oficios. En Chile no se le certificó trabajo alguno. Sólo tenía un permiso de mendicidad.
Durante el juicio despidió a su abogado, porque argumentó demencia en los crímenes, algo que lo molestó mucho. Asumiendo su propia defensa, fustigó a los "ricos y poderosos". "Los directores de una sociedad financiera que hacen depreciar las acciones para adquirir por otra mano a vil precio. Todas esas gentes son respetadas".
[Manuel Torres A.]
[24 de mayo de 2006]
la cuarta]

4 comentarios:

Anónimo dijo...

buenas
necesito saber la direccion de su domicilio especifico e la plaza anibal pinto de emilie dubois...
gracias

Anónimo dijo...

hola..
hoy 30 de agosto, vi en la tv algo de Emile dubois.
claro q aparecio como fantasma, en un bar club de Valparaiso.
nunca habia escuchado de el, o puede q si, pero hy me llamo mucho la atencion, y estoy leyendo su historia.
te cuidas. gracias

fernanda

Anónimo dijo...

hola, busco información respecto a dubois, para un estudio sociologico, respecto a la creencia en el, tengo el material de las bibliotecas, pero respecto a la familia de el... no hay algo??

Anónimo dijo...

me parecio bn interesante la historia de el
por casualidad estaban hablando de el en un programa en la tv hoy y anote su nombre para saber algo mas de el
buena la informacion y me asombra la valentia q tuvo hasta el final
saludos
yasna ...